Como alguno de nosotros lo expresó en la reunión de este
seminario, es en los días finales del mes velardiano (junio) cuando se abre
esta ventana al conocimiento, tanto el que daremos como el que obtendremos, y tiene
su punto de inicio en una de las más extraordinarias labores creadas por el ser
humano: la educación, en particular la del bachillerato del CCH.
No es nuestra
meta replicar las opiniones que sobre el tema varios actores han emitido,
algunos sin un ápice de información, en el puro estilo que nosotros llamamos “valor
mexicano”. No, nada más alejado de nuestros objetivos; por el contrario, queremos
explorar los distintos factores que inciden en la formación de los adolescentes
que a menudo desconocen o carecen del instrumental cognitivo, lo cual los
compele a un rendimiento académico deficiente. A diferencia de unos pocos, “los
mejores”, la mayoría no adquiere los conocimientos, aprendizajes y habilidades
necesarios para el trabajo intelectual.
La importancia de
la labor que nos proponemos es que pretende descubrir y conocer −para entender−
por qué no todos los estudiantes de este sistema de educación media superior
son buenos o sobresalientes. Descubrir, conocer y entender esa vertiente que
las estadísticas dejan de lado, aunque sean las causas determinantes que
explican el bajo porcentaje de acreditación.
Con el estudio exploratorio
haremos posible entender y explicar la vertiente subjetiva, y por lo tanto
personal, de nuestros sujetos de estudio. Un tema que no ha producido sino unos
pocos productos insuficientes para comprenderlo, lo cual indica la relevancia y
pertinencia de la tarea.
En la
comunicación educativa entre alumnos y profesor media una amplia serie de
interpretaciones y significados, tanto sociales en general como familiares y
propios del habitus productor de
conocimiento. Estos elementos pasan desapercibidos en la práctica diaria, como
si ser maestro fuera uno y todos igual, o como si los estudiantes no fueran
diferentes.
Es importante conocer este aspecto subjetivo y
personal, pues estamos convencidos de que cada estudiante percibe, interpreta y
construye la realidad cognitiva desde un punto de vista particular y por lo
tanto diferente, aunque todos tengamos un mismo referente. Esto nos da la
posibilidad de pensar y actuar parecido o casi igual en el ámbito social, donde
nos movemos.
Saber qué tanto
incide el ethos, el pathos y cómo construye el logos el estudiante del CCH en su
aprendizaje; ésa es la tarea que nos hemos propuesto, y estas ventanas del
ciberespacio nos darán la oportunidad de hablar y escuchar a nuestros
seguidores, como tú, lo cual deseamos fervientemente.
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