4/15/2014


¡Esos patos locos! Les comparto una estrategia para practicar la lectura en clase, que elaboré para el más reciente módulo del diplomado en el que participo.

Cómo sorber el tuétano a un texto
NOÉ AGUDO

El propósito principal de esta estrategia de lectura consiste en a): identificar las partes de un texto mediante la comprensión de las afirmaciones, datos, historias, anécdotas y ejemplos que lo componen; para b): facilitar una comprensión lo más plena posible del mismo, y c): asimilar así de forma cabal y eficaz su contenido. Deberá ser un texto breve, que se pueda trabajar en una sesión no mayor de 45 minutos, incluyendo comentarios, explicaciones o aclaraciones que el grupo puede plantear.
    Es una actividad que nos permite adiestrar a los estudiantes para pasar de ser un “espectador empírico” a un “espectador crítico”. Por el contenido del texto, se espera sensibilizarlos en torno a la importancia de la lectura; saber cómo reconocer autores, propuesta y métodos para incrementar el interés por esta actividad fundamental en su formación; la actividad les permitirá también desarrollar una habilidad fundamental en sus estudios, que es saber puntuar un texto; les ofrecerá además un primer acercamiento con un género textual que deberán conocer, leer y practicar constantemente; y los guiará en el ejercicio de otra actividad fundamental en sus estudios: saber resumir un texto. De paso, aprenderán a reconocer y dar el crédito obligado a las fuentes que empleen en todo trabajo escolar.  
     Es una actividad en la cual todos participan, unos de manera más activa y otros en menor medida, pero el grupo completo se involucra al  seguir la lectura que diferentes alumnos harán en voz alta, al registrar los pasos para facilitar la comprensión del texto que el profesor irá anotando sobre el pizarrón, y al realizar un trabajo para evaluar la actividad. Incluye los siguientes pasos:
1.      Al iniciar la sesión, el profesor proporcionará a todos los alumnos fotocopias del texto.
2.      Indicará que numeren los párrafos, previo a la lectura en voz alta.
3.      Antes de iniciar la lectura, invitará a los alumnos a que pregunten −al finalizar cada párrafo− las palabras, expresiones o ideas que no hayan quedado suficientemente claras.
4.      Solicitará voluntarios para leer un párrafo a la vez.
5.      Simultáneo a la lectura, el profesor anotará en el pizarrón las ideas centrales de cada párrafo.


PÁRRAFO A PÁRRAFO

NOTA: El texto que emplée para esta estrategia es “Contagios de lector a lector” del libro Dinero para la cultura, de Gabriel Zaid, pp.91-95. México, 2013, Edit. Debate. El punteo lo hice en power point con el fin de ilustrar mi exposición.
En esta parte de la actividad algunos alumnos leerán uno a uno el texto en voz alta, y el profesor va anotando en el pizarrón lo esencial de cada párrafo (los alumnos aprenden así a puntear un texto). Al finalizar la lectura los alumnos tienen lo esencial del artículo o capítulo leído, párrafo a párrafo, por lo cual pueden escribir a partir de esas notas un nuevo texto. Éste será un buen resumen de lo que han leído.

Tarea para hacer en casa y evaluar:

Al finalizar la lectura, el profesor indicará que a partir de las notas con que se ha identificado cada párrafo los alumnos escribirán un texto, no mayor de diez líneas, en el que resumirán el contenido del artículo. Para apoyarse pueden leer el texto cuantas veces quieran, pues el resumen queda como tarea para la clase siguiente. Practican así la habilidad de resumir un texto y aprenden a darle coherencia a una serie de notas que sólo existen en forma de enunciados breves.

Cierre de la sesión:     
Antes de concluir la clase, el profesor preguntará si alguien conoce qué tipo de texto es el que se ha leído. Considerará algunas intervenciones, haciendo notar que no se trata de una novela, cuento o poema, e informará que en la siguiente clase se verán los géneros textuales para que los alumnos puedan identificar por sí mismos qué tipo es.
    Para cerrar la sesión, el profesor proporcionará los datos (autor, título, libro, lugar y año de edición, número de páginas, etc.) con los que convencionalmente se identifica la fuente, para que los alumnos los anoten en la página en blanco de sus copias. Aprenden así  a identificar los datos de la fuente; advierten la importancia de reconocer el trabajo de los autores leídos, y se inician en la elaboración de una ficha bibliográfica.

    Y así es como le sorbemos el tuétano a un texto, es decir, logramos varios aprendizajes, aparte de lo que los alumnos puedan apreciar del contenido, pues por la circunstancia de ser estudiantes es altamente recomendable para su formación.