¡Esos patos locos! Les comparto una estrategia para practicar la lectura en clase, que elaboré para el más reciente módulo del diplomado en el que participo.
Cómo sorber el tuétano
a un texto
NOÉ AGUDO
El propósito principal de esta estrategia de lectura consiste
en a): identificar las partes de un
texto mediante la comprensión de las afirmaciones, datos, historias, anécdotas
y ejemplos que lo componen; para b):
facilitar una comprensión lo más plena posible del mismo, y c): asimilar así de forma cabal y eficaz
su contenido. Deberá ser un texto breve, que se pueda trabajar en una sesión no
mayor de 45 minutos, incluyendo comentarios, explicaciones o aclaraciones que
el grupo puede plantear.
Es una actividad
que nos permite adiestrar a los estudiantes para pasar de ser un “espectador
empírico” a un “espectador crítico”. Por el contenido del texto, se espera
sensibilizarlos en torno a la importancia de la lectura; saber cómo reconocer
autores, propuesta y métodos para incrementar el interés por esta actividad
fundamental en su formación; la actividad les permitirá también desarrollar una
habilidad fundamental en sus estudios, que es saber puntuar un texto; les
ofrecerá además un primer acercamiento con un género textual que deberán conocer,
leer y practicar constantemente; y los guiará en el ejercicio de otra actividad
fundamental en sus estudios: saber resumir un texto. De paso, aprenderán a
reconocer y dar el crédito obligado a las fuentes que empleen en todo trabajo
escolar.
Es una actividad
en la cual todos participan, unos de manera más activa y otros en menor medida,
pero el grupo completo se involucra al
seguir la lectura que diferentes alumnos harán en voz alta, al registrar
los pasos para facilitar la comprensión del texto que el profesor irá anotando
sobre el pizarrón, y al realizar un trabajo para evaluar la actividad. Incluye
los siguientes pasos:
1.
Al
iniciar la sesión, el profesor proporcionará a todos los alumnos fotocopias del
texto.
2.
Indicará
que numeren los párrafos, previo a la lectura en voz alta.
3.
Antes
de iniciar la lectura, invitará a los alumnos a que pregunten −al finalizar
cada párrafo− las palabras, expresiones o ideas que no hayan quedado
suficientemente claras.
4.
Solicitará
voluntarios para leer un párrafo a la vez.
5.
Simultáneo
a la lectura, el profesor anotará en el pizarrón las ideas centrales de cada
párrafo.
PÁRRAFO A PÁRRAFO
NOTA: El texto que emplée para esta
estrategia es “Contagios de lector a lector” del libro Dinero para la cultura, de Gabriel Zaid, pp.91-95. México, 2013,
Edit. Debate. El punteo lo hice en power point con el fin de ilustrar mi
exposición.
En esta parte de la actividad algunos alumnos leerán uno a uno el
texto en voz alta, y el profesor va anotando en el pizarrón lo esencial de cada
párrafo (los alumnos aprenden así a puntear un texto). Al finalizar la lectura
los alumnos tienen lo esencial del artículo o capítulo leído, párrafo a
párrafo, por lo cual pueden escribir a partir de esas notas un nuevo texto.
Éste será un buen resumen de lo que han leído.
Tarea para hacer en
casa y evaluar:
Al finalizar la lectura, el profesor indicará que a partir de
las notas con que se ha identificado cada párrafo los alumnos escribirán un
texto, no mayor de diez líneas, en el que resumirán el contenido del artículo.
Para apoyarse pueden leer el texto cuantas veces quieran, pues el resumen queda
como tarea para la clase siguiente. Practican así la habilidad de resumir un
texto y aprenden a darle coherencia a una serie de notas que sólo existen en
forma de enunciados breves.
Cierre de la sesión:
Antes de concluir la clase, el profesor preguntará si alguien
conoce qué tipo de texto es el que se ha leído. Considerará algunas
intervenciones, haciendo notar que no se trata de una novela, cuento o poema, e
informará que en la siguiente clase se verán los géneros textuales para que los
alumnos puedan identificar por sí mismos qué tipo es.
Para cerrar la
sesión, el profesor proporcionará los datos (autor, título, libro, lugar y año
de edición, número de páginas, etc.) con los que convencionalmente se
identifica la fuente, para que los alumnos los anoten en la página en blanco de
sus copias. Aprenden así a identificar
los datos de la fuente; advierten la importancia de reconocer el trabajo de los
autores leídos, y se inician en la elaboración de una ficha bibliográfica.
Y así es como le
sorbemos el tuétano a un texto, es decir, logramos varios aprendizajes, aparte
de lo que los alumnos puedan apreciar del contenido, pues por la circunstancia
de ser estudiantes es altamente recomendable para su formación.