12/16/2014

Sesión 5. Propuestas de Solución desde el Aula.

En este espacio se expresan las conclusiones personales.



Así mismo, las propuestas.


Sesión 4. Información y resilencia: dos factores que nos permiten transformarnos individual y colectivamente

Ponencia presentada por el Prof. Noé Agudo

Antes de iniciar mi exposición quiero aclarar que la información no cambia la realidad, no transforma ni mucho menos tiene poderes mágicos para conducir a un auditorio hacia lo que uno desee o pretenda lograr, como algunos le atribuyen. Tal vez esta creencia se deba al origen etimológico del sustantivo, que, como seguramente ustedes saben, proviene del latín in-formare, el cual significa “dar forma”, y se refiere sobre todo a ordenar los hechos que ocurren muchas veces sin que el lector o espectador los presencie, razón por la cual los percibe de una manera desorganizada o caótica, y sólo adquieren sentido cuando se presentan organizados a través de una noticia, un reportaje o una entrevista. Para lograr influir sobre los perceptores (llámese lector, espectador o receptor) se requiere algo más que la sola ordenación de los sucesos. La información por sí sola no es suficiente. ¿Por qué es entonces tan importante? ¿Por qué es monopolizada, vigilada, controlada e incluso censurada? Los invito a hacer un rápido recorrido por algunos aspectos esenciales de la información, como son su naturaleza, su definición etimológica, sus propósitos, sus efectos y cualidades, para entender cómo se la puede aprovechar.

Qué es la información:
Positiva: La información es un conjunto organizado de datos que constituye un mensaje, el cual cambia el estado de conocimiento del sujeto o sistema que lo recibe.

Crítica: Para Gilles Delleuze la información es un sistema de control, en tanto que es la propagación de consignas que deberíamos de creer o hacer que creemos.

Definición etimológica de información:
Información proviene del latín in-formare que significa “dar forma”, poner “en forma”, es decir, la acción de formar. El prefijo latino in, en esta ocasión, representa la preposición en, y es equivalente al in del idioma inglés, que se emplea en términos como within o into, que se traducen simplemente como en o dentro. Sabemos que in significa también negación en palabras como in-creíble, in-domable, in-dudable, etc.

Propósito de la información:
La información sirve para dotar al ser humano de elementos eficaces para la toma de sus decisiones.

Cualidades de la información:
La información da sentido a los sucesos desorganizados, caóticos, que aparentemente suceden al azar.

La información orienta las opiniones y comentarios, forma opinión.

La información aumenta o mejora el conocimiento del receptor; reduce la incertidumbre existente acerca de un conjunto de alternativas lógicamente posibles.

Proporciona a quien toma decisiones la materia prima fundamental para el desarrollo de soluciones y la adopción de una mejor elección.

Proporciona una serie de reglas de evaluación y decisión para fines de control.

La información no actúa sobre sujetos que son como un lienzo blanco en el cual se puede imprimir lo que uno desee: actúa sobre individuos con una ideología, con intereses, con una educación y una cultura determinados.

Si se entiende el punto anterior, podemos afirmar, entonces, que la información es más bien un estímulo que actúa sobre el receptor; el mensaje no es la información, el mensaje es propiamente el estímulo.

La información da sentido de unidad, de pertenencia a una comunidad.

La información sirve para crear una imagen de algo o alguien, entendemos aquí imagen como sinónimo de cualidad que caracteriza a una persona u objeto.

La información hace familiar lo extraño, lo diferente, lo nuevo. Por tanto es un factor casi decisivo para acostumbrarnos a nuevas realidades.

Una vez reconocidas las principales características de la información, podríamos pensar ahora cuándo, dónde y cómo es posible aprovecharla para cambiar o hacer más eficaz y armonioso el funcionamiento de un sistema, una comunidad o un individuo. Para poder explicar estos cuándo, dónde y cómo recurriré a un concepto o constructo proveniente de la física y que la psicología y las ciencias sociales en general han asimilado y adaptado para explicar los fenómenos de intervención social. 

La resiliencia:
Me refiero al concepto de resiliencia, el cual es un concepto interdisciplinario que permite explorar y profundizar enfoques alternativos en los procesos de ayuda en la intervención social. El concepto explora las capacidades personales e interpersonales y las fuerzas internas que se pueden desplegar para aprender y crecer a través de las situaciones de adversidad. 
    
Debemos reconocer que después de la crisis de las grandes teorías de intervención social, como el marxismo, se ha puesto de relieve que la identificación, evaluación, reconocimiento y fortalecimiento de capacidades en individuos, familias, comunidades, grupos y sistemas formales se está convirtiendo en un objetivo permanente de la intervención social.

Etimología:
Resiliencia proviene del término latino resilium que significa “volver atrás”, “volver de un salto”, “volver al estado inicial”, “rebotar”.

Definición:
Originalmente el término fue usado en física para referirse a la cualidad de eslasticidad y plasticidad de una sustancia. El American Heritage Dictionary (1994) lo define como la habilidad para recuperarse rápidamente de la enfermedad, cambio o infortunio. La psicología adoptó el término para aplicarlo a las personas que se sobreponen a las dificultades.

Principales características:
Desde la disciplina de Trabajo Social, la resiliencia implica:
1) Sobreponerse a las dificultades y tener éxito a pesar de estar expuesto a situaciones de alto riesgo.
2) Mantener la competencia bajo presión, es decir, adaptarse con éxito al alto riesgo.
3) Recuperarse de un trauma ajustándose de forma exitosa a los acontecimientos negativos de la vida.

Para algunos autores la resiliencia es comprendida como la variación individual en la manera en que las personas responden a los riesgos a lo largo del tiempo.

Para otros es una capacidad universal que permite a las personas, familias, grupos o comunidades prevenir, minimizar o sobreponerse a los efectos dañinos de la adversidad, o anticipar adversidades inevitables. Para esta corriente, las conductas resilientes pueden responder a la adversidad, por una parte, manteniendo la calma y el desarrollo normal a pesar de la adversidad, y por otra promoviendo el crecimiento personal más allá del nivel presente de funcionamiento.

Factores que contribuyen para lograr ser resilientes:

1. Introspección: capacidad de preguntarse a sí mismo y poderse dar una respuesta honesta.

2. Independencia: capacidad de mantener distancia emocional y física sin caer en el aislamiento.

3. Sociabilidad: habilidad para establecer lazos e intimidad con los otros.

4. Iniciativa: gusto de exigirse y ponerse a prueba en tareas cada vez más exigentes.

5. Humor: encontrar lo cómico en los momentos de crisis.

6. Creatividad: capacidad de crear orden, belleza y finalidad a partir del caos y el desorden.

7. Moralidad: extender el deseo personal de bienestar a los otros, a toda la comunidad y capacidad de comprometerse con valores.

La resiliencia debe entenderse como un proceso. No se trata de una característica individual, pues está condicionada tanto por factores individuales como ambientales; surge de una gran heterogeneidad de influencias ecológicas que confluyen para producir una reacción excepcional frente a una amenaza importante.


Propuesta:

Mi propuesta, al integrar el concepto de resiliencia para la información de una comunidad, parte de un presupuesto básico: el sistema moldea la conducta; para cambiar la conducta de una persona hay que cambiar el sistema.

    Cambiar el sistema cultural implica no esperar que alguien con poder inicie el cambio, sino hacerlo nosotros, desde abajo.

    Estamos acostumbrados a pedir y a recibir de “papá gobierno”, a que los problemas los resuelvan los de arriba, los políticos y eso nos hace una comunidad subdesarrollada.

    Como hemos visto, la resiliencia es la capacidad que tiene un individuo o grupo social de generar factores biológicos, psicológicos y sociales para resistir, adaptarse y fortalecerse ante un riesgo, generando éxito individual, social y moral.

    Los grupos resilientes hacen más fuerte a una sociedad, una institución o una empresa, garantizan la sobrevivencia y superación ante cualquier amenaza.

    Lo contrario de la resiliencia es la anomia asiliente.* Los individuos resilientes, en cambio, forman mejores sociedades, capaces de cuestionarse temas vitales. Por ejemplo, ¿se debe ser leal a un sistema de gobierno o a una ideología? Yo prefiero los beneficios, aunque no sean del sistema o ideología más aclamados. Por eso critico la ideología trasnochada y anacrónica que aún prevalece en el CCH, como la de considerar a los estudiantes unos luchadores, o que en el salón de clases se refleja la lucha de clases y que el neoliberalismo es el causante de todos nuestros infortunios.

    Un sistema resiliente es meritocrático por naturaleza, es decir, premia los méritos, promueve a los mejores, no a los elegidos por intereses de camarillas.

    Solo un nosotros fuerte terminará con los pocos que ni saben, ni pueden, ni quieren.

BIBLIOGRAFÍA:
  • Villalba, Quesada Cristina, El concepto de resiliencia. Aplicaciones en la intervención social. www.addima.org/Documentos/Articulos/Articulo%20cristina%20Villalba%20Quesada.pdf.
  • Resiliencia: factor integral de desarrollo humano
  • es.wikibooks.org/wiki/Resiliencia:_Factor_Integral_de_Desarrollo_Humano



*Anomia es la ausencia de ley. En psicología y sociología es el conjunto de situaciones que derivan de la carencia de normas sociales o de su degradación. En medicina la anomia es el trastorno del lenguaje que impide llamar las cosas por su nombre. Pues bien, en el CCH hemos padecido una anomia asiliente.

12/10/2014

Sesión 2. Bajo Desempeño Académico y Pedagogía Eficiente*

Mtro. Ramón Cortés y Coronel (RCC).- Son centrales la identidad y pertenencia como aspectos no trabajados en el proceso de formación de los estudiantes y de la comunidad en el Colegio de Ciencias y Humanidades.

Hoy, nadie incorpora dichos conceptos en sus programas de trabajo escolar, administrativo y político para generar una práctica nueva en estos campos de actividad.

Prof. Noé Agudo García (NAG).- Abono a los conceptos identidad y pertenencia como relevantes en el modelo del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH).

Soy producto de la propuesta del Dr. Pablo González Casanova --el autodidáctismo-- pues al cursar el bachillerato mis diversas actividades se conjugaban con esta manera de formación. Esto mismo me hace destacar en las actividades profesionales. Por ello, durante varios años considere que esa adquisición del aprender era un patrimonio común y generalizado de todo estudiante del CCH.

En 1996 regrese a la vida académica del Colegio. En este periodo me percato que es casi una simulación la formación de los estudiantes por lo que actualmente confirmo que los jóvenes cuentan con 4 o 5 esquemas para la interpretación de lo social, natural y cultural y son, como dicen algunos, ejemplo de relajo e ignorancia.

Los docentes que cuentan con poca cultura, no son proactivos sino murmuradores incapaces de formular una crítica fundamentada mientras algunas autoridades no representan a la comunidad ni en lo académico ni en lo administrativo.

Se trata de rehacer al Colegio recobrando su sentido original. Esto es posible porque tenemos mucho talento en los estudiantes inscritos.

RCC. En el conjunto de actividades que proponemos efectuar convine destacar la necesidad de agruparnos en distintos niveles: el primer núcleo de integrantes como organizador; un segundo nivel de apoyo denodado y otro tercer grupo auxiliar. Todo esto de acuerdo a la disposición o compromiso de cada uno de los profesores.

Profa. Mariel.- Se debería impulsar actividades para incentivar, entre docentes y estudiantes, la identidad y la pertenencia al plantel Vallejo del CCH.

Los estudiantes de primer ingreso se sienten relegados pues no fue su primera opción sino la segunda o tercera. Y esto genera dificultades emocionales y de aprendizaje en los noveles universitarios.

Mtra. Mary (fundadora). En su momento el modelo fue novedoso pero también dependía mucho del esfuerzo y disposición de cada docente y estudiante para enfrentarse en el campo intelectual y profesional.

Hoy estamos en otra situación. La problemática económica-política a nivel nacional es grave mientras que la reforma para mejorar de la educación no existe.

Dr. Raúl Muñoz. Al Colegio ingrese como estudiante-profesor, en un contexto distinto al actual. En este la formación universitaria devenía necesariamente en mejoramiento social y económico. Pero termino el periodo de estabilidad y desarrollo laboral hacia la década de los 90 del siglo XX.

En México se concentró el poder pasando de poco más 800 a 15 familias que poseen y controlan casi todo por lo que algunas instituciones tienen que reconstruirse, cambiarse y otras desaparecer.

Hoy con mayores recursos materiales y humanos se observa deficiencia y desperdicio en la utilización de los mismos. Y, en un circunstancia relativamente mejor y mayor dotación de recursos a la educación, existe el enquistamiento de autoridades corruptas. Por ello, se debe buscar las áreas profesionales de oportunidad y formar ciudadanos que piensen de manera flexible y crítica.

Así, la UNAM también se ha burocratizado por lo que se requiere la transformación de la educación en el aula. Se debe promover en esta la auto organización, respeto, paciencia en la explicación de lo que acontece. Todavía existe una oportunidad para difundir cultura y humanismo.

En Efecto, se puede generar una escuela activa –como la fundaron los anarquistas españoles emigrados a México-- pero debemos retomar los mejores valores, propósitos y reglas así como las banderas de la libertad, los derechos humanos, la cultura de la legalidad, etc.


Prof. Fernando. Los aspectos que conforman la identidad y pertenencia son claves. Yo recibí directrices para la vida, en mi estancia en el Colegio, ademas logre forjar sueños e ilusiones.

Sin embargo, el aspecto motivacional no lo hemos aceptado actualmente. Los jóvenes se resisten, no aceptan nuestros presupuestos ¿qué les vamos a ofrecer?

Entrar a un salón ya genera cierta angustia a los jóvenes pero estos no creen que la educación que aquí se les brinda sirva para algo.

¿Quién es responsable de acercarse? ¿Cómo nos vincularemos? Sean cosas concretas, claras.

Porf. Roberto Zárate Córdova. Se requiere conocer la escuela en su estructura física así como en el tipo de profesores y, con mayor precisión, el proceso de enseñanza. Esto es así porque el tipo y calidad de las instalaciones educativas refleja en qué tipo de formación publica presupone el Estado.

La educación que requerimos es de tipo integral, es decir, una amalgama entre las orientaciones básicas que dieron origen al CCH y  la llamada escuela sustentable. Y con estos fundamentos implementemos instalaciones que ayuden a formar jóvenes tanto en la apreciación favorable a la naturaleza como en los valores ciudadanos y las exigencias de un consumidor responsable.

Profa. Gabriela.  Los antecedentes son importantes: en la secundaria no se forma en el trabajo responsable y perseverante. Y ello deriva en una mayor compromiso docente durante el bachillerato.

Sin embargo, entre los profesores también existe aquel que no quiere estar en el Colegio sino que la necesidad lo forza a permanecer aquí pero sin un compromiso educativo real.

En tal situación, el centro de la actividad que nos debemos proponer es romper con la simulación y la reproducción anodina de lo existente; fomentar la educación crítica y creadora mediante el ejemplo, la emoción y el amor del profesor.

Propongo actividades interdisciplinarias. Esto para asociar diversos puntos de vista mediante proyectos. Así centrarse en los aprendizajes y el desarrollo de habilidades, parcialmente olvidar el temario, socializar los avances y sumar otras disciplinas.

NAG.-  Antes se decía que la escuela no se podía cambiar sino cambiaba primero el sistema. Pero hoy entendemos no es así.

RCC. Se trata de actividades en el salón de clases pero lúdicas –exteriores al salón—para generar conocimiento, animo y emoción favorables a las relaciones humanas pero también al aprendizaje.

Prof. Héctor. Integrar áreas, opciones técnicas y generar lo que se puede llamar la semana de la amistad.

Prof. Jorge Fortanel (JF). En este semestre implemente un proceso de conocimiento de la Universidad.Y aprendí junto con mis estudiantes que esta se liga con la vida del país e  impulse la asistencia a  eventos culturales. Además, promoví la edición de una revista de divulgación científica. En síntesis, meterse en todo lo cultural para formarse. A mis alumnos les agrado la dinámica,

Prof. Raúl. Soy de nuevo ingreso. Pero después de mi tercer año de estancia aquí observó desinterés por parte de los alumnos hacia las diversas bondades del modelo. Estoy feliz de incorporarme a este taller, escuchar las reflexiones de otros docentes y proponer alternativas de solución.




*Versión resumida de las expresiones orales más destacadas de algunos de los asistentes al taller. Presentan inexactitudes vinculadas con el mecanismo de registro inicial.

Diagnóstico de la Problemática Educativa del CCH Vallejo Ciclo 2015-1 /2015-2

 1. Presentación

En cada nuevo ciclo escolar se pone de manifestó el interés de retomar los resultados y las experiencias obtenidas en el ciclo próximo pasado aunque desafortunadamente, por no analizar con tiempo dichas experiencias es común que las fallas y los resultados no eficientes se vuelvan a repetir en el siguiente curso, en ese sentido, los integrantes de este colectivo planean hacer esta tarea inmediatamente que el semestre termina, fundamentalmente por que como ya se dijo, se retoman las posibles fallas y aciertos y se retoma la experiencia que se ha tenido con los frecuentes “paros” que ha sufrido el plantel.

Queda claro que el trabajo en las aulas no puede quedar separado de la vida y las acciones cotidianas que suceden, tanto en el plantel como aquellas que provienen del entorno social nacional, pues ambas inciden en nuestras clases con los alumnos. Hay más que nunca un acontecimiento del Estado de Guerrero, ha afectado el ritmo de trabajo en las aulas y a veces, tanto estudiantes como profesores no entendimos o no supimos cómo resolver con certeza la actitud a seguir ante la huelga que repetidas veces hubo en el plantel.

También, en este caso, un colectivo de profesores de distintas Áreas y diversas disciplinas, hoy tomamos la tarea mencionada para conjugar la esencia del trabajo típico del Colegio: ligar la teoría con la práctica de la realidad pues es claro que esta es muy rica en los actuales acontecimientos; así, a través de un análisis colegiado, interdisciplinado, buscaremos y esperamos encontrar el método adecuado para que el trabajo educativo salga a flote y todavía más, que resulte exitoso, donde se combinen la rigidez del conocimiento con las actividades lúdicas y atractivas para que los alumnos, no obstante no poder estar en las clases por las suspensiones que promueven los “activistas”, sigan conectados con los aprendizajes propios de este sistema educativo, al que algunos lo han etiquetado –con cierta razón-, como “sistema educativo precario”.

También por las razones expresadas el taller o curso taller, se propone en un horario distinto a lo normal, con una programación también adecuada a las posibilidades de los diferentes integrantes de este colectivo y, en un formato combinado entre lo presencial y lo virtual, ya que no se encontró otra forma de llevarlo a cabo, ahora y como se ha repetido, recuperando las experiencias inmediatas que nos deja el semestre que termina.

2. Propósitos

Como ha quedado expresado en líneas anteriores, son tres los propósitos fundamentales que estructuran este taller:

2.1 Llevar a cabo de manera colegiada el intercambio de opiniones, percepciones y propuestas de solución o acción, a la diversa problemática educativa del plantel.
2.2 Construir un lenguaje común, tanto en lo educacional, como en los procedimientos de enseñanza y su vinculación con la vida cotidiana, sea social o política o de otra índole.
2.3 Analizar cómo un centro educativo se inserta en las redes de relación social, económica y política y por ello se da un intercambio de influencias.

3. Enfoque

Interdisciplinario.

4. Procedimiento:

Ponencia
Foro
Resumen de acuerdos
Presentación pp.
Mesa redonda
Discusión
HORARIO: 12 a 15 HRS

5. Actividades de enseñanza-aprendizaje

5.1 consulta, lectura y exposición de contenidos de textos.
5.2 redacción de notas o apuntes para redacción de propuestas
5.3 discusión dirigida en forma de seminario.

6. Formas de evaluación y acreditación

Para acreditar el presente taller se consideran las siguientes actividades:

6.1 asistencia de 100%
6.2 participaciones o comentarios sobre los temas que se abordan.
6.3 Entregar una propuesta por escrito de alguno de los aspectos del programa.
6.4 Participar en la planeación de un proyecto de trabajo para el semestre.
6.5 Comentario escrito para evaluar el taller

7. Materiales seleccionados

7.1 Capítulo de libro: La universidad del futuro, Pablo González Casanova(coord.)
7.2 Artículo: Hacia la construcción de una docencia hermenéutica analógica basada en virtudes, publicado en revista Poiética, núm. 4, agosto 2014.

8. Bibliografía consultada

  • Álvarez, Fernando; Cortes, Ramón y Zárate Roberto (2014). Estudio Exploratorio Con Estudiantes de Bajo Desempeño. México: Plantel Vallejo, CCH-UNAM. (folleto en imprenta).
  • Bertelli, M. Conociendo nuestras escuelas, un acercamiento etnográfico a la cultura escolar, edit. Paidós, Méx. reimpresión 2002.
  • Beuchot, M. Hermenéutica analógica y filosofía de la historia del fragmento como símbolo del todo, edit. UNAM-FFL, Méx. 2011.
  • Durkheim, E., Educación y sociología, (edición revisada y corregida), edit. Colofón, Méx., 2006.
  • Eisember, G. F., Jóvenes apáticos, ¿padres ciegos?, edit. ITM Campus Estado de México-Miguel Ángel Porrúa, Méx. 2010.
  • Gracida, J. y Lomas, C. (comp.) Había una vez una escuela…los años del colegio en la literatura, edit. Paidós, Méx. 2005.
  • Vázquez, H. D. E., Problemas más frecuentes en estudiantes de bachillerato, Tesis de la Universidad Autónoma de Yucatán, 2008.

4/15/2014

Reforma Educativa



Homenaje a José Revueltas









Beatriz Escalante conversa con estudiantes del plantel Vallejo del CCH






Laura Esquivel conversa con estudiantes del plantel Vallejo del CCH










¡Esos patos locos! Les comparto una estrategia para practicar la lectura en clase, que elaboré para el más reciente módulo del diplomado en el que participo.

Cómo sorber el tuétano a un texto
NOÉ AGUDO

El propósito principal de esta estrategia de lectura consiste en a): identificar las partes de un texto mediante la comprensión de las afirmaciones, datos, historias, anécdotas y ejemplos que lo componen; para b): facilitar una comprensión lo más plena posible del mismo, y c): asimilar así de forma cabal y eficaz su contenido. Deberá ser un texto breve, que se pueda trabajar en una sesión no mayor de 45 minutos, incluyendo comentarios, explicaciones o aclaraciones que el grupo puede plantear.
    Es una actividad que nos permite adiestrar a los estudiantes para pasar de ser un “espectador empírico” a un “espectador crítico”. Por el contenido del texto, se espera sensibilizarlos en torno a la importancia de la lectura; saber cómo reconocer autores, propuesta y métodos para incrementar el interés por esta actividad fundamental en su formación; la actividad les permitirá también desarrollar una habilidad fundamental en sus estudios, que es saber puntuar un texto; les ofrecerá además un primer acercamiento con un género textual que deberán conocer, leer y practicar constantemente; y los guiará en el ejercicio de otra actividad fundamental en sus estudios: saber resumir un texto. De paso, aprenderán a reconocer y dar el crédito obligado a las fuentes que empleen en todo trabajo escolar.  
     Es una actividad en la cual todos participan, unos de manera más activa y otros en menor medida, pero el grupo completo se involucra al  seguir la lectura que diferentes alumnos harán en voz alta, al registrar los pasos para facilitar la comprensión del texto que el profesor irá anotando sobre el pizarrón, y al realizar un trabajo para evaluar la actividad. Incluye los siguientes pasos:
1.      Al iniciar la sesión, el profesor proporcionará a todos los alumnos fotocopias del texto.
2.      Indicará que numeren los párrafos, previo a la lectura en voz alta.
3.      Antes de iniciar la lectura, invitará a los alumnos a que pregunten −al finalizar cada párrafo− las palabras, expresiones o ideas que no hayan quedado suficientemente claras.
4.      Solicitará voluntarios para leer un párrafo a la vez.
5.      Simultáneo a la lectura, el profesor anotará en el pizarrón las ideas centrales de cada párrafo.


PÁRRAFO A PÁRRAFO

NOTA: El texto que emplée para esta estrategia es “Contagios de lector a lector” del libro Dinero para la cultura, de Gabriel Zaid, pp.91-95. México, 2013, Edit. Debate. El punteo lo hice en power point con el fin de ilustrar mi exposición.
En esta parte de la actividad algunos alumnos leerán uno a uno el texto en voz alta, y el profesor va anotando en el pizarrón lo esencial de cada párrafo (los alumnos aprenden así a puntear un texto). Al finalizar la lectura los alumnos tienen lo esencial del artículo o capítulo leído, párrafo a párrafo, por lo cual pueden escribir a partir de esas notas un nuevo texto. Éste será un buen resumen de lo que han leído.

Tarea para hacer en casa y evaluar:

Al finalizar la lectura, el profesor indicará que a partir de las notas con que se ha identificado cada párrafo los alumnos escribirán un texto, no mayor de diez líneas, en el que resumirán el contenido del artículo. Para apoyarse pueden leer el texto cuantas veces quieran, pues el resumen queda como tarea para la clase siguiente. Practican así la habilidad de resumir un texto y aprenden a darle coherencia a una serie de notas que sólo existen en forma de enunciados breves.

Cierre de la sesión:     
Antes de concluir la clase, el profesor preguntará si alguien conoce qué tipo de texto es el que se ha leído. Considerará algunas intervenciones, haciendo notar que no se trata de una novela, cuento o poema, e informará que en la siguiente clase se verán los géneros textuales para que los alumnos puedan identificar por sí mismos qué tipo es.
    Para cerrar la sesión, el profesor proporcionará los datos (autor, título, libro, lugar y año de edición, número de páginas, etc.) con los que convencionalmente se identifica la fuente, para que los alumnos los anoten en la página en blanco de sus copias. Aprenden así  a identificar los datos de la fuente; advierten la importancia de reconocer el trabajo de los autores leídos, y se inician en la elaboración de una ficha bibliográfica.

    Y así es como le sorbemos el tuétano a un texto, es decir, logramos varios aprendizajes, aparte de lo que los alumnos puedan apreciar del contenido, pues por la circunstancia de ser estudiantes es altamente recomendable para su formación.

Un saludo…una evaluación

Roberto A. Zárate Córdova
Hace algunos días, caminando hacia el metro Potrero con los afanes del naufrago pero sin angustia ni congoja, sucedió: una nueva vuelta de tuerca.
Ilusionado ingrese en “Las Delicias de Amanda” esperando reincorporarme al mundo de los vivos cuando una esbelta y agraciada damita manotea y resopla. Los seres humanos somos “frágil brizna en las olas del tiempo”, me repetí para no inmolar mi ego ante el escollo que representaba tal situación.
Sin embargo, ella estaba en la barra y yo anhelaba alguna especie nutritiva del tacus placerus pues, al fin proyectista, importaba más el resultado que la explicación de la causa. No resistí más y Odiseo fue mi adjetivo en el Mar de los De Suadero.
En el arribo a la barra no capte el tono emocional de la afirmación: “usted fue mi profesor”. Pero pude percibir a la mujer madura que acompañaba a la sirena y la ternura con la cual se dirigía a esta. Después me enteraría que la delicadeza en el trato y la adhesión a los aspavientos de la joven eran justificadas.
El anhelo dirigía mis actos --campechanos con original y copia, por favor--. Y espere la materialización de la  “tabla de especificaciones” de mi diseño…y solo entonces el gesto nariz-mano me rebelo la identidad de la joven.
Era ella. Aquella delgadita y dulce alumna cuyo cumplimiento de tareas se determinaba en función del avance en la relación con el amigo, el prospecto o del novio que llegaba y permanecía en el salón como uno más del grupo. Sí, su mohín confirmo mi intuición.
Los tres platicamos, cotorreamos acerca del avance en los estudios, de los ‘consejos del abuelo’ y los sucesos entre los estudiantes naucalpenses y los químicos quienes no dejaron que aquellos tomaran las instalaciones de su facultad en “CU”. También nos inconformamos por la toma de la Dirección General del Colegio y con asombro conocimos los detalles en voz de quien en su vida escolar pasada no daba muestras de interés político alguno.
La madre observaba aquella plática de amigos, ocasionalmente intervenía para aprobar o suavizar el tinte emocional adherido a las afirmaciones de la hija y sopesar el verdadero sentido de la relación que ahora se revelaba. Creo que por ello con la mirada dirigida a mí, en una ocasión, pareció decir “gracias”. Todo esto a pesar de que hacía tiempo había concluido su correspondiente vianda.
Después la mujer gesticulo en relación a la necesidad de retomar el camino. Mi exalumna se despidió de mano y abrazo. Yo permanecí un tiempo más.
Hace tiempo como profesional de la enseñanza he iniciado la transición de la forma de evaluación tradicional a otra nueva. Es un cambio errático, con dudas y problemas pues no es fácil abandonar ciertas prácticas tradicionales pero, a momentos, el resultado es grato y tiene recompensas emocionales e intelectuales ¿Verdad?
En la lejana fecha del 2008 todavía con certeza establecía el nivel de desempeño escudriñando matemáticamente el aprovechamiento por el número de aprobados, el promedio numérico de las calificaciones obtenidas por los jóvenes aprendices y esto lo contrastaba con el resultado obtenido en el cuestionario de evaluación docente. El resultado era según esto mi evaluación.
Ya no más. Ahora mismo he narrado parte del distinto procedimiento de evaluación que estoy ensayando aunque he de advertir que no proporciona todavía puntos en la lista jerarquizada pero aun así lo pongo a consideración.
En efecto, el parámetro que uso es el siguiente: la falta de saludo de un (a) ex alumno (a) equivale a un muy mal curso; un saludo lejano y frio significa que fue un mal curso; el saludo cercano y cortes pero emocionalmente distante representa una clase regular mientras que el tratamiento que anteriormente te he narrado apunta a un buen desempeño y, por último, una grata conversación a modo de buenos amigos que se reencuentran expresaría un muy buen curso. Esto último todavía no logro obtenerlo pero ando en ello y anhelo pronto conseguirlo.
Sin embargo, todavía no logro entender con claridad algunos datos adicionales tales como el incremento en el volumen de la dotación de mi segunda ronda por parte del ahora amistoso taquero quien no sé si de este modo mostraba su propia conclusión al evaluar  la plática.
Fin de curso en el Taller de Diseño Ambiental

Mi maestra


Para Verónica, Enriqueta, Isauro y Javier
A veces sin saber realizamos actos cuyas consecuencias marcan nuestra vida y la de los demás. No me refiero a los intencionales, estos no guardan mayor misterio; pienso en los que cometemos con displicencia, casi con inocencia, y por eso tal vez sus efectos son mayores; como los que un niño provocaría si abriera las compuertas de una presa a punto de reventar.
    Íbamos en el sexto año de primaria. Ese día nos llevaron a ver Platero y yo, una versión dramatizada de la novela de Juan Ramón Jiménez, que se presentaba en el Teatro de las Bellas Artes. Luego de sorprendernos de cómo podían meter un borrico en escenario tan elegante, dos compañeros y yo decidimos escabullirnos del teatro al terminar la obra, e impulsados por una auténtica curiosidad cruzar la avenida para subir la Torre Latinoamericana y contemplar la ciudad desde sus alturas. Nunca previmos lo que esta acción provocaría, sobre todo cuando íbamos bajo la responsabilidad de nuestra maestra, en un autobús especial en el que debíamos regresar a la escuela, donde seguramente se pasaría lista y sólo entonces nos permitirían partir.
     Al día siguiente la maestra fue requerida por la directora. Estuvo con ella unos minutos, y luego salió cabizbaja, llorosa y acongojada. Supimos que esto tenía que ver con nosotros cuandotambién fuimos llamados. La directora nos miró a los tres y dijo muy enojada: “¿Así que ustedes fueron los que se escaparon ayer? ¡Muy graciosos! Mandaré llamar a sus padres, pediré su expulsión y por lo pronto se quedan de pie en ese rincón, sin recreo”. Indiferentes como éramos a esa edad, no nos preocupó en lo absoluto la expulsión ni quedarnos sin recreo, pero yo sentí pena por la maestra. Sabía que responsabilizarla de nuestra acción era injusto, más aún la reprensión, y ella, a cambio, nada nos dijo ni mucho menos nos regañó. Es más doloroso para un culpable el perdón que se otorga en silencio y sin ningún reproche.
    No bien habían transcurrido ni dos semanas, cuando un día me avisaron que debería acompañar a la directora. Subimos a su coche y por el camino me informó que yo participaría en un concurso de oratoria. Ese día se realizaba la eliminatoria para los colegios de la zona. Por descuido u olvido ella no había indicado a los profesores organizarel concurso interno para así obtener un representante. Así que, apremiada por el inspector de la zona, cuya pretensión era que ninguna escuela se abstuviera de participar, ese mismo día tenía que acudir con un alumno de su plantel. Consultó con mi profesora y, como ella atendía el sexto grado, decidió que yo representara a esa primaria perdida entre los cuarteles militares,donde la mayoría de los alumnos eran hijos de soldados.
    ¿Qué la llevó a recomendarmepara la ocasión? No era buen orador y por mi culpa la habían reprendido groseramente. Además, era un muchacho latoso, peleonero y quele gustaba poner espejos bajo las piernas a sus compañeras. Sólorecuerdo un detalle que tal vez la decidió: días antes nos había solicitado escribir una composición. A mí me gustaba terriblemente por ese entonces una canción del francés Hervé Vilard (“Quién puede odiar y amar”) y en mi redacción incluí algunas palabras de ese tema. Esto le agradó sobremanera, pues recuerdo que comentó con otra profesora mi texto, especialmente por el uso de términos como “diluye”, “niebla”, “andén”, nada comunes en el vocabulario de un niño de sexto año.
   Pues allí iba con la directora. Ella me aleccionaba y decía que hablara de algo que hubiera visto o leído recientemente. En el alto de algún semáforo me acomodó la corbata. Usábamos un horrible uniforme militar color beige que incluía la cuartelera. Yo me la ponía y por eso tuve mi primera pelea. “Miren al soldadito, miren al soldadito” dijo burlón un tal Garibay, y allí empezaron los golpes. Pero, apenas llegamos donde era el concurso,me señalaron mi turno y el tiempo del que dispondría. Jamás había participado en un certamen de oratoria ni mucho menos había recibido entrenamiento para hablar en público o tenido tiempo de preparar mi discurso. Así que sin más pasé al frente, recordé un texto sobre Abraham Lincoln que había leído recientemente y sobre eso hilvané mi intervención.
    Cuando regresamos la directora no cabía de contento. Ella misma reconocía: “sin ninguna preparación previa, salvo mis buenas recomendaciones”, el alumno había obtenido “un honroso” segundo lugar. De inmediato cambió su percepción hacia mi maestra y hacia el alumno latoso que yo era. Así que cuando otras veces se requirió enviar un representante a participar en  concursos como “La Ruta Hidalgo” o “La Ruta Juárez”, allí iba yo como enviado de esa primaria escondida entre los cuarteles del Campo Militar Número Uno, llena de alumnos pelones –como yo− a quienes debían rapar por tener la cabellera rebosante de piojos.
    Sin embargo, me di cuenta que pude despertar algún afecto en la directora. Ella era la esposa de un general, vivía en Tecamachalco y de inmediato se advertía la distancia que imponía con sus profesores, y más aún con los rapaces, mugrosos y maldosos que los alumnos éramos. Alguna vez me llevó a comer a su casa, y aún conservo un libro que me regaló por representar a la escuela: Los titanes de la oratoria.
Pero fue con mi maestra con la que se inició el más profundo afecto que hasta la fecha haya tenido por alguna o alguno de mis muchos profesores. Yo vivía en casa de unos tíos lejanos, solo, así que ellos eran también mis más severos tutores. ¡Ay de mí si se enteraban de alguna travesura! Recuerdo que por esos días llegó al salón Matilde, una condiscípula güerita cuyo único defecto era ser vecina y amiga de una nieta de mi tía. Matilde le platicaba a esa nieta lo que yo hacía en el salón de clases, y los fines de semana, cuando aquéllavisitaba a su abuela, le deslizabaalgunos detalles de mi comportamiento. Y entonces me llovían los regaños y algunos castigos, como dejarme sin desayuno o comida, y esto no lo podía tolerar. Cuando descubrí de dónde procedía la fuga de información, se lo comenté a la maestra. Le dije que Matilde iba de chismosa con la nieta de mi tía, y que ésta se encargaba de acusarme. Desde luego, la maestra me defendió: regañó a Matilde, le dijo que cuando ella tuviera algo que reportar lo haría directamente y no necesitaba que nadie anduviera contando mis travesuras. Matilde cerró el pico, nos volvimos amigos y hasta jugamos a ser novios durante un tiempo.
    Pero allí no acaba la historia. Al terminar la primaria mi padre pensó que debía regresar con él a trabajar, pues con esos estudios tenía suficiente para el campo. La maestra dijo que no. “Debes continuar estudiando”, me animó, “estás muy chico para trabajar, tienes que seguir preparándote”. Trató de conseguirme una beca, me recomendó la que considerabauna buena secundaria y no me soltó hasta inscribirme en ella. No sé cómo lo hacía. Tenía cuatro hijos que atender, dos de ellos de una edad aproximada a la mía, aparte sus obligaciones como profesora, y aún se hacía tiempo para ayudarme.
     Con el ingreso a la adolescencia uno se vuelve más ingrato, tal vez por la cantidad de vivencias que debe enfrentar. En la secundaria conocí nuevos amigos. Formamos un grupo de teatro y musical para cantar canciones “de protesta”. Asistí a mítines y manifestaciones, pues mi secundaria quedaba cerca del llamado Casco de Santo Tomás, donde están muchas escuelas del Politécnico Nacional; también cerca de la Escuela Nacional de Maestros y de la Normal Superior, así que el ambiente politizado que allí existía pronto me contagió. Además, debo precisar que estábamos en el año 1970, recién pasado el 68. Por todo eso olvidé a la maestra durante los tres años de mis estudios de secundaria, aunque al concluirla fui a llevarle mi certificado para mostrarle que sus esfuerzos habían tenido un resultado.
    Entonces ya nada podía hacerme regresar al campo, peroseguramente ella me animó a realizar mi examen de ingreso al bachillerato. No sé si fui a verla cuando lo concluí, perosabía que ella seguía allí, soportando e impulsando a muchachos peleoneros como yo. Estudiar la licenciatura fue algo casi automático; cuando la concluí y escribí mi tesis profesional la dediqué a ella y a mis padres; a falta de una familia y una madre aquí en la ciudad, le presentémás de una novia con la que pensé casarme para queme diera su opinión. Con prudencia y tacto, siempre supo dejarme a mí la decisión. Por eso, cuando conoció a la que hoy es mi esposa, no tuvo para ella más que palabras elogiosas. Me volví un periodista especializado en dirigir y editar revistas; durante los años que edité una de belleza y modas, a la que procuraba sazonar con temas culturales, le enviabaun ejemplar de cada número, un poco para agradarla y otro para saber cómo la calificaba. Cuando me casé estuvo en mi boda y cuando nació mi hijo fue su madrina. Así que de maestra pasó a ser mi comadrita.
    ¿Cómo se mantuvo y fortaleció esta amistad a lo largo de tantos años? Gracias a su sabiduría, paciencia y bondad, sin duda. Pero desde aquel suceso con que inicia esta remembranza la consideré una figura tutelar. No podía comprender cómo alguien, con todo el derecho y autoridad para llamar la atención a un rapaz mal portado, omitiera hacerlo, no por obsecuencia o indiferencia, sino porque sabía que ese niño necesitaba sólo un poco de comprensión y cariño. Por eso el muchachito de aquel entonces,y el adulto de hoy, encontraban y encuentran en su maestra algo más que una figura amistosa o amable, hallan en ella algo así como una sombra protectora que sólo los buenos padres saben dar a su descendencia. Menuda, delgada, con el cabello siempre rizado enmarcando un rostro sonriente, en mi maestra no veo el paso del tiempo. Por supuesto que era mucho más joven cuando nos conocimos; claro que sinsabores, alegrías y decepcionesle han dejado su impronta; claro que el implacable tiempo no le ha sido indiferente, pero ante mi mirada es la misma que un día me hizo notar cómo mi voz empezaba a cambiar de tono.Tal vez son las raíces de su antigua raza las que le dan esa fortaleza, sabiduría y generosidad que hoy aún tenemos el privilegiode disfrutar.
Ella y su esposo conocieron la satisfacción del deber cumplido. Al igual que millares de mexicanos, en su juventud tuvieron que dejar su terruño hostil para aspirar a una vida menos difícil; con esfuerzo, dedicación y honestidad la lograron, y aun han sido capaces de compartir sus logros. Han servido a su pueblo, a su familia y a sus amigos. Trabajaron duro, cumplieron y vivieron juntos parte del apacibletiempo del retiro. Vieron casarse a todos sus hijos, con sus contratiempos y frustraciones, como es normal en esta época; supieron ganar ese estado casi de gracia que es ver nacer, crecer y disfrutar a los nietos (mi hijo, sin serlo biológicamente, tuvo la fortuna de ser parte de alguna camada), y aun hoy ella sigue viajando para convivir con ellos de tanto en tanto, pues viven desperdigados en dos o tres ciudades.
    El año pasado murió su esposo, casi de la misma edad de mi padre, que temerariamente se adentró en los noventa después de una vida agitada y dura. Cuando llamó para avisarme, la voz de mi maestra sonaba tranquila, resignada. Me dijo que por la mañana lo habían sacado al jardín para que tomara el sol, después entró en la casa, comió algo y luego pidió que lo llevaran a acostar. Allí se quedó, en ese tránsito del sueño al día sin ocaso al que todos llegaremos alguna vez. Ella le sobrevive serena. Vive un tiempo aquí, otro donde sus distintos hijos, nietos y biznietos la requieran. Nos llamamos constantemente y nos encontramos cada vez que podemos. Estuvo en la presentación de una revista que edité con otros colegas profesores y en la de mi primer libro de relatos. Tengo planeado ser mayordomo del pueblo donde nací, y es la primera persona a quien invitaré para que disfrute de esa fiesta. No por nada se dice que las palabras marcan el destino de una persona. Escribir estas líneas me hizo recordar esa canción que tanto me gustaba cuandola conocí, siendo un niño, sin saberque mi vida quedaría entrelazada con la suya. Parte de esa canción dice así:
“En la niebla gris se diluye el tren
y un gesto de adiós muere en el andén.
De pronto sentí odio y soledad
Y sin yo querer, te grité:
Quién puede odiar y amar,
Y decir en aquel adiós,
Cuando el tren tiene que marchar
Y a la vez reír, cantar y llorar…”
Hervé Vilard

¡Muchos años más de vida y felicidad para mi maestra, María Enriqueta Lara Hernández!
México, Distrito Federal, julio de 2013

NOÉ AGUDO

Creatividad




Trabajo colaborativo





Al maestro con cariño












Enemigo de clase







La Jungla de Pizarra





Educación en Mexico




La Educación del futuro. Una propuesta...



La Clase






El sistema de Educación en México





La Educación Prohibida




Aprender a Aprender





Propósitos e intereses


Ethos, pathos y logos, otra vez desiderata

Como alguno de nosotros lo expresó en la reunión de este seminario, es en los días finales del mes velardiano (junio) cuando se abre esta ventana al conocimiento, tanto el que daremos como el que obtendremos, y tiene su punto de inicio en una de las más extraordinarias labores creadas por el ser humano: la educación, en particular la del bachillerato del CCH.
    No es nuestra meta replicar las opiniones que sobre el tema varios actores han emitido, algunos sin un ápice de información, en el puro estilo que nosotros llamamos “valor mexicano”. No, nada más alejado de nuestros objetivos; por el contrario, queremos explorar los distintos factores que inciden en la formación de los adolescentes que a menudo desconocen o carecen del instrumental cognitivo, lo cual los compele a un rendimiento académico deficiente. A diferencia de unos pocos, “los mejores”, la mayoría no adquiere los conocimientos, aprendizajes y habilidades necesarios para el trabajo intelectual.
    La importancia de la labor que nos proponemos es que pretende descubrir y conocer −para entender− por qué no todos los estudiantes de este sistema de educación media superior son buenos o sobresalientes. Descubrir, conocer y entender esa vertiente que las estadísticas dejan de lado, aunque sean las causas determinantes que explican el bajo porcentaje de acreditación.
    Con el estudio exploratorio haremos posible entender y explicar la vertiente subjetiva, y por lo tanto personal, de nuestros sujetos de estudio. Un tema que no ha producido sino unos pocos productos insuficientes para comprenderlo, lo cual indica la relevancia y pertinencia de la tarea.
    En la comunicación educativa entre alumnos y profesor media una amplia serie de interpretaciones y significados, tanto sociales en general como familiares y propios del habitus productor de conocimiento. Estos elementos pasan desapercibidos en la práctica diaria, como si ser maestro fuera uno y todos igual, o como si los estudiantes no fueran diferentes.
    Es importante conocer este aspecto subjetivo y personal, pues estamos convencidos de que cada estudiante percibe, interpreta y construye la realidad cognitiva desde un punto de vista particular y por lo tanto diferente, aunque todos tengamos un mismo referente. Esto nos da la posibilidad de pensar y actuar parecido o casi igual en el ámbito social, donde nos movemos.

    Saber qué tanto incide el ethos, el pathos y cómo construye el logos el estudiante del CCH en su aprendizaje; ésa es la tarea que nos hemos propuesto, y estas ventanas del ciberespacio nos darán la oportunidad de hablar y escuchar a nuestros seguidores, como tú, lo cual deseamos fervientemente.